lunes, 18 de mayo de 2020


          


               EL HOMBRE Y EL DINERO


   Según los datos históricos a los que se tiene acceso, hace aproximadamente 2.5 millones de años en el periodo prehistórico conocido como el paleolítico inferior aparecieron en la tierra los primeros antepasados del hombre, quienes se dedicaban a la caza y recolección por la que se les denominaba nómades y no es sino hasta aproximadamente el año 8000 antes de Cristo con la revolución neolítica que los seres humanos se convirtieron en sedentarios. Es a partir de aquí que se supone empieza a regir el trueque como medio de intercambio de bienes a fin de cubrir necesidades de estos grupos humanos; sin embargo, ante la evidente insuficiencia de este medio para lograr un intercambio efectivo aparece el dinero como producto de la imaginación y la construcción de una nueva realidad, y con el cual además se lograría un mejor sistema de valoración e intercambio de los bienes y mercancías.
Es así que el dinero ha tenido diversas manifestaciones y formas, siendo la primera de ellas el dinero-mercancía principalmente conformado por conchas, sal, granos de arroz, granos de cacao etc., dependiendo de la localidad. Ya en la edad antigua, esto es en el año 500 antes de Cristo en lo que hoy se conoce como Turquía se empiezan a acuñar las primeras monedas que representan otra manifestación del dinero. Cabe precisar que la palabra moneda deriva del latín Moneta, nombre que corresponde a la Diosa Juno (Diosa de la memoria) en cuyo templo los romanos acuñaban las monedas aproximadamente en el año 344 AC.
Posteriormente en el Siglo VII (edad media) aparece en china el papel moneda o billete el cual al ser adoptado por otros países con sus particularidades propias empieza a producirse y utilizarse por el resto del mundo dado que evitaba el traslado de grandes cantidades de monedas metálicas; sin embargo, pese a ello, es recién en el año 1660 que en Ámsterdam se crea el primer Banco central con lo que se empieza a monopolizar la acuñación de monedas.
Como queda en evidencia, desde el año 500 antes de Cristo hasta la actualidad el dinero físico como lo conocemos ha venido dinamizando la economía y el progreso de la humanidad en función al principio de circulación que lo rige; no obstante, la rapidez y la seguridad con la que debe efectuarse el comercio y las transacciones económicas en general apareja como consecuencia la necesidad de que el dinero evolucione a la par con la tecnología, de allí que actualmente exista el dinero electrónico.
En base a lo señalado en el párrafo anterior, dentro del actual estado de emergencia en el que nos encontramos debido al covid-19, empezó a correr la noticia de que China pondrá en circulación el Yuan digital o electrónico el cual tiene como perspectiva convertirse en la primera divisa virtual, la misma que será emitida y respaldada por el Banco Central Chino y se presenta como una alternativa eficaz para evitar la propagación de enfermedades a través del intercambio de dinero físico (billetes y monedas) de persona a persona. Así también busca hacer frente al Dólar Americano que es la moneda de reserva más importante del mundo actualmente; la cual, tal y como se viene anunciando también se empezaría a emitir en soporte virtual respaldado por el Banco Central Estadounidense.
En este contexto, se puede afirmar que nuestro país no es ajeno a esta realidad ya que el 21 de diciembre de 2012, se promulgó la Ley N° 29985- Ley que regula las características básicas del dinero electrónico como instrumento de inclusión financiera, reglamentada mediante Decreto Supremo N° 090-2013-EF del 13 de mayo de 2013; textos normativos que lo definen al dinero electrónico como: “valor monetario almacenado en soportes electrónicos diseñados para atender usos generales y no aquellos para usos específicos, tales como tarjetas de compra, tarjetas de telefonía, tarjetas de socio, tarjetas de transporte público, vales de alimentación, vales de servicios y otros similares.”
Sin embargo, como se puede advertir de las normas citadas el dinero electrónico peruano no es emitido por el Banco Central de Reserva del Perú sino las empresas que operan bajo el ámbito de la Superintendencia de Banca y Seguros y administradoras privadas de fondos de pensiones quienes pueden contratar a terceros para dicho fin, asimismo puede ser reconvertido a dinero en efectivo.
Así las cosas, se puede concluir que el dinero electrónico no entrará en circulación desplazando totalmente al dinero en efectivo, sino que por un periodo de transición coexistirá con él ya que este último lo respalda dando la posibilidad de reconvertirlo a su manifestación física; sin embargo en un futuro no muy lejano se estima que todas las transacciones serán realizadas únicamente con dinero electrónico por la fuerza del dinamismo económico y la necesidad de lograr un mercado más seguro, ágil y tecnológico, pues hay que resaltar que el dinero seguirá siendo dinero sin importar la forma como se manifieste, así ha quedado demostrado desde sus orígenes; por otro lado en este contexto nuestro Banco Central también se verá obligado a emitir su propia moneda electrónica para estar a la par de las grandes economías internacionales, puesto que el dinero como tal y a la luz del modo de vida que viene llevando la especie humana desde que lo empezó a emplear hace casi imposible siquiera pensar que va a dejar de existir, pues como comúnmente se dice no todos creen en Dios, pero si todos creen en el dinero.


                                                        Víctor Eduardo Coronel Moreno
                                         Presidente de la Asociación para la Justicia y el Desarrollo